jueves, julio 18, 2002

De nuevo ha sido la visita de un amigo el motivo de mi intranquilidad. Ha venido por compromiso y se ha quedado tan sólo una escasa media hora. Estoy triste, porque me ha notificado, que mi presencia no es grata, o que hay otros planes que no me son desvelados, en los que además, tampoco debo formar parte. Es triste pensar que eso es un amigo, que eso constituye la amistad. Tengo amigos de fines de semanas, incluso tengo amigos a los que no deseo ver. Quizas mi vida, se haya ya estancado para siempre, y lo que me resta no sea bueno de ser vivido. Estoy triste, mi mundo, el unico mundo al que parezco pertenecer, se hunde conmigo, que deseará si su vida es como la mía, desesperadamente solitaria como lo puede ser la mía. Sin embargo, sus aspiraciones ( las de mi amigo ) son muchas y muy superiores a las mías. Cree estar en pleno derecho de desear una vida perfecta con gente perfecta a su alrededor. Maldito payaso, que no entiende que no es, ni en general somos nadie como para desear algo tan bueno para nosotros. Una frase sabia es aquella que nos dice: que todo el mundo tiene problemas, si quiza sea eso, aunque sufro al creer que todo el mundo los esconde tan bien como yo.

domingo, julio 14, 2002

La vida es curiosa y a veces desesperante, tengo una chica a la que les gusto y que no me gusta. Esto es triste, si uno piensa en lo facil que es perder a alguien que de verdad le importas. Mis dotes estan en retraimiento, no voy a ser nadie en especial o a mejor dicho, nadie especialmente atractivo a los ojos de la mayoria. Esto es problemàtico, porque siendo razonable, me conviene aceptar mis oportunidades y saber jugar con inteligencia todas mis bazas. No sé si sabré hacerlo, no sé si efectivamente quiero hacerlo. Quiero un no sé qué que me está vetado, por vete a saber que justa razón. Necesito huir o sentirme importante, quiza una huida sería más honrosa, como aquella de los antiguos, que sabían sabíamente que en un momento dado es mejor hecharse a un recodo del camino para dejar paso al fluir de la vida. Al triste devenir de los momentos tristes, voy a intentar ser feliz, cuando las circunstancias sobradamente me inducen a pensar que va a ser todo lo contrario, estamos en el inicio, de este ya consabido valle de lágrimas.