Hoy es la ira la que me impele escribir, odio sin limites y sin fisuras a un instructor de conducción. El motivo es la reiterada culpabilidad a la que me ha ido sometiendo esta tarde por mi mala conducción, cuando es el caso que su suceptibilidad era previa a mi turno de conducción y ésta ha sido la desencadenante de la otra, no a l'inrevés. Odio, que me riñan sin razón y encima como si su enfado fuera por mi culpa, cuando no lo és. Y como un efecto dominó, me he enfadado y con razón. Y me molesta y me molesta aún más la actitud de mi madre, que sabiendo lo ocurrido ha venido a inquirir sobre lo ya sabido, solo para calibrar mi reacción, y mi reacción se vuelva iracunda, cuando constantemente me informan de que soy nervioso , de que soy impulsivo y de que tengo que procurar afrontarlo " poniendo la otra mejilla ", cuando el asunto es que me pone nervioso el que me digan q no me ponga nervioso, y no me dá la gana " poner la otra mejilla ", cuando él que me asalta es un perfecto don nadie, tiene un valor menos q relativo por su instrucción. Mi vida, la dramatizo pq no sé hacerlo de otra forma, y se me nota muchisimo en la cara cualquier descontento, quisiera que todo terminará o almenos que mi instruccion de conducción se acabara, bueno mañana será otro día y otro humor.

Y mi chica ha descubierto que soy complicado, soy anormal para las relaciones convencionales de pareja. Es cierto, no deseo una relación formal, no deseo ni eso ni nada. La abulia acabará conmigo, eso si no me suicido antes, cosa que veo dificil debido a mi manifiesta falta de valor para los actos heroicos. Si supiera entender que no soy lo que se imagina, que no sé lo que soy, que estoy mutando, como ese escarabajo llamado samsa, si ese ser que perdio humanidad, pq perdio forma, esa ingrata realidad, de todos los que quiza lleguemos a perder la forma.

Y todo lo que escribo le falta sustento, sustento vital y sobretodo realista. No sé escribir nada que sea suficientemente autentico, radical, originario, la poesia que hesiodo sabia infundir a modo de palabras que sonaban a tierra, a sangre, a hombres, a dioses. Y otros poetas han sabido recoger, no estoy descubriendo nada, los que amamos la alta poesia, sabemos a que me refiero, a la metafisica de lo real, de su anclaje al mundo y al hombre.
Hablaré mucho, haré teoretica bana, no hablaré por verguenza de la simplicidad de mi vida cotidiana, solo sé soñar con lo que es reamente bueno, deleitemonos hasta la muerte de la belleza, de la sabia belleza de la palabra bien dicha, el resto es deambular del tiempo sin sentido, sin posibilidad.

Estoy triste y es paradojico, aunque cierto, que sólo me acuerdo de la bitacora, cuando estoy triste.
Por esto, titularé el post, spleen et ideal, tedio por la vida misma e ideal por los modelos humanos que han socavado la humanidad con su influjo. Estoy triste por la brevedad, por la trivialidad y por una existencia sobrante en todos los aspectos, quisiera que la vida se terminase, este es un deseo, falso deseo, habitual de un masoquismo blando. El mundo se debería terminar conmigo, soy egoista, lo he sido siempre, que se terminé esta realidad que me acongoja o me aburre, no sé que es peor si la vida o la consciencia de su brevedad, en cualquier caso el mundo se desvanece para los deprimidos, hagamos de esta nuestra bandera, el nihilismo nos influye nostalgia, seremos seres sentimentales hasta los postreros momentos de todo.